Este blog fue creado por Kimberling Delgado, para brindar apoyo. Con el fin de ser una herramienta de acompañamiento a los hogares, en donde podamos compartir estrategias para apoyar en este proceso de educación a distancia en medio del Covid 19.
viernes, 26 de junio de 2020
Juegos tradicionales en estas vacaciones
10 consejos para fomentar la lectura en los niños
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miércoles, 24 de junio de 2020
Velocidad y fluidez lectora: Lo que necesita saber
La velocidad o rapidez lectora es el número de palabras que una persona lee correctamente en un minuto. Forma parte de una habilidad más amplia llamada fluidez lectora. Este término se usa cuando se lee con precisión, a buen ritmo y con la expresión y entonación adecuadas.
Cuando los niños leen con fluidez, es una señal de que entienden lo que están leyendo. Es por ello que la fluidez lectora es una de las medidas que las escuelas utilizan para medir el progreso de los estudiantes a medida que aprenden a leer.
Para determinar la fluidez lectora, se asignan párrafos o una lista de palabras para que los niños las lean en voz alta. Su calificación es el número de palabras que sean capaces de leer en un minuto, e indica lo preciso y rápidos que son.
Por qué es importante la fluidez lectora
Leer palabras a un buen ritmo para su edad, es una buena señal de que los niños están pronunciando las palabras correctamente (decodificación) y han llegado al punto en el que reconocen instantáneamente algunas palabras. “Los lectores lentos” puede que tengan dificultad para pronunciar cada palabra, y leer despacio también puede dificultarles que entiendan lo que están leyendo.
¿Cómo la velocidad lectora afecta la comprensión de la lectura? Los niños necesitan “retener” las palabras que leen el tiempo suficiente para ver cómo esas palabras en conjunto crean significado. Mientras más tiempo tarden en leer cada palabra, más difícil les será conectar las palabras que forman una oración, un párrafo o la historia.
¿Un buen lector es un lector veloz?
No necesariamente. Ser un buen lector requiere mucho más que leer cierta cantidad de palabras por minuto. Algunos niños son muy minuciosos, y el hecho de que lean con cuidado y a un ritmo un poco más lento no necesariamente significa que exista un problema.
“Ser un buen lector requiere mucho más que leer cierto número de palabras por minuto.”
Los buenos lectores leen con expresividad. Leen como hablan. Por ejemplo, el tono de voz ascenderá si la oración termina con un signo de interrogación. Esta habilidad de agregar un significado a través de la entonación se conoce como prosodia. Tanto la prosodia como la velocidad lectora son partes importantes de la fluidez lectora.
Los buenos lectores también piensan en lo que están leyendo. Hacen conexiones con cosas que ya conocen, y piensan de forma crítica para formarse su propia opinión e ideas sobre el texto. Si los niños pueden hacer esto, pero leen un poco más lento que sus compañeros, probablemente su velocidad lectora no sea motivo de preocupación.
No obstante, sí puede ser motivo de preocupación cuando los niños tienen dificultad para entender la relación entre las letras y los sonidos que producen o para combinar los sonidos al leer. Existen ciertas diferencias en la manera de pensar y aprender que pueden afectar la velocidad con que lee un niño. Tener una velocidad de procesamiento lenta también puede afectar la velocidad lectora. Si cree que su hijo está teniendo problemas, no dude consultar con su maestro.
Puntos clave
- Los niños que leen lentamente puede que tengan dificultad para pronunciar las palabras.
- La velocidad y la fluidez al leer pueden afectar la comprensión de la lectura.
- Ser un buen lector va más allá que ser capaz de leer cierta cantidad de palabras por minuto.
lunes, 22 de junio de 2020
Botiquín de la convivencia
Qué es decodificar
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Por Kate Kelly
Una habilidad esencial para convertirse en un buen lector es saber cómo pronunciar las palabras que no conoce. Este proceso se llama decodificar, y suele aprenderse en primer grado.
Esto es lo que necesita saber acerca de la decodificación y por qué es tan importante para leer.
Qué es la decodificación
Muchas personas piensan que decodificar sucede cuando los niños aprenden el sonido que produce cada letra, pero es mucho más que eso.
La decodificación ocurre cuando los niños usan su conocimiento sobre las relaciones entre las letras y los sonidos para pronunciar correctamente las palabras escritas. Además de saber qué sonido produce cada letra, también necesitan saber conceptos como los patrones de letras. Los patrones de letras son grupos de letras que producen un sonido diferente al producido por cada letra individualmente.
Algunos niños captan esas relaciones de manera natural, pero la mayoría necesita que se les enseñen esos patrones.
El proceso de decodificar permite que los niños averigüen cómo se pronuncian la mayoría de las palabras que han escuchado pero que nunca han visto escritas (la decodificación se basa en las reglas fonéticas. Los niños necesitan memorizar las palabras que no siguen esas reglas). También los ayuda a pronunciar palabras que no conocen. Es un proceso en parte auditivo, y en parte visual.
La decodificación comienza con la capacidad de relacionar las letras con los sonidos que producen. Pero también requiere poder separar los sonidos que forman las palabras (segmentación) y mezclar los sonidos. Cuando los niños pueden hacer todas esas cosas, son capaces de pronunciar las palabras. Los lectores principiantes empiezan decodificando palabras de una sílaba y luego trabajan con palabras más largas.
Dificultad para decodificar
Algunos niños aprenden a decodificar con facilidad, otros tardan un poco más y otros tienen mucha dificultad. Cuando un niño tiene mucha dificultad para decodificar, podría ser una señal de que tiene una condición como la dislexia.
Los problemas para decodificar usualmente se evidencian cuando los niños empiezan a aprender a leer. Pero las señales de alerta pueden manifestarse antes, cuando los niños se están familiarizando con la estructura sonora de las palabras.
Por ejemplo, los niños pequeños que tienen dificultad con las habilidades de la conciencia fonológica (como separar las sílabas que forman su nombre dando palmadas) puede que más adelante tengan problemas para decodificar. De igual manera que los preescolares podrían tener problemas para reconocer palabras que rimen.
Eso se debe a que tienen dificultad para identificar los sonidos individuales que forman las palabras. Así que cuando llegan a kínder, puede que no entiendan ciertas actividades que requieren combinar sonidos para formar palabras, segmentar las palabras en sonidos individuales y relacionar sonidos con letras.
No todos los niños que tienen problemas para leer los tienen para decodificar. Sin embargo, la decodificación puede ser un problema si el niño a menudo:
- Intenta adivinar una palabra basándose en su primer o segundo sonido.
- Intenta adivinar una palabra basándose en el contexto.
- Lee muy lentamente porque tarda mucho en entender las letras.
- Tiene dificultad para entender o recordar lo que lee porque dedica mucho tiempo y esfuerzo en descifrar cada palabra.
Cómo desarrollar habilidades para decodificar en la casa
Hay muchas cosas que usted puede hacer para mejorar la capacidad de decodificar de su hijo. Los trabalenguas y los juegos de rimas son actividades que puede practicarse en cualquier lugar. El juego “veo, veo” es otra opción cuando están en el auto, en el autobús o caminando.
Si el maestro le dice que su hijo tiene problemas con las vocales, puede enfocarse en eso. Por ejemplo, escribir mar con letras magnéticas y después preguntarle qué ocurre si sustituye la a por la i.
A medida que la clase de su hijo avanza con el alfabeto, busque esas letras y sonidos en la vida diaria. Por ejemplo, señale palabras con m y p en la correspondencia que llega a casa, en anuncios, en libros que leen juntos o en las letras magnéticas adheridas al refrigerador.
También hay juegos para computadoras y aplicaciones que ayudan con las destrezas lectoras.
Si le preocupa el progreso de su hijo en lectura, consulte con la docente de aula, si es necesario que su hijo sea evaluado por la docente de educación especial, y si será necesario que asista a dicho servicio, para averiguar cuáles son las fortalezas y los retos de su hijo, y qué hacer para ayudarlo.
Recuerde que la práctica hace al maestro, debe hacer al menos 15 minutos de lectura diaria.
viernes, 19 de junio de 2020
5 razones de por qué los niños se sienten ansiosos con la lectura y cómo ayudar Por Julie Rawe
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Leer ayuda a muchas personas a relajarse. Sin embargo, hay niños a quienes tan solo pensar en leer les causa tensión o ansiedad.
¿Por qué leer causa que algunos niños se sientan tan ansiosos? Estas son cinco razones comunes que lo explican:
1. No saber cómo pronunciar las palabras
Leer no es divertido cuando cada palabra es un obstáculo a superar. No saber cómo se pronuncian las palabras puede ser especialmente estresante cuando los compañeros de clase ya dominan esa habilidad.
Posible solución: Felicite a los niños cuando lean correctamente una palabra complicada. Decir el elogio adecuado puede ser una gran ayuda para animarlos a leer más.
2. No conocer el vocabulario
Los niños se frustran cuando desconocen el significado de muchas de las palabras que están leyendo. Esta falta de vocabulario puede empeorar si los niños evitan la lectura. Al dedicar menos tiempo a leer estarán menos expuestos a nuevas palabras e ideas.
Posible solución: Continúe leyéndoles en voz alta, incluso a los niños mayores, para exponerlos a más palabras e ideas. Busque libros del nivel de lectura adecuado. Esto es muy beneficioso para los niños que no saben cómo pronunciar ciertas palabras o que necesitan más ayuda para desarrollar su vocabulario.
3. Dificultad para permanecer enfocado
A los niños que tienen problemas de concentración les cuesta poner atención a lo que están leyendo. Esto es un impedimento para que puedan entender y responder preguntas sobre el texto, y como resultado se sienten ansiosos.
Posible solución: Ayude a los niños a encontrar libros sobre temas que les parezcan interesantes. Los bibliotecarios pueden sugerir libros que sean interesantes para su hijo, pero con un nivel de lectura más bajo que el correspondiente a su grado académico. (Se les suele llamar “high-low books”). También les podría ir mejor a los niños con textos en diferentes formatos, como las novelas gráficas.
4. No saber qué línea estaban leyendo
Hay niños que se pierden en la página y no saben qué línea estaban leyendo. Además de estresante, esto consume mucho tiempo.
Posible solución: Dele a los niños una regla para que la pongan arriba o abajo de la línea que están leyendo. O haga una guía, haciendo un hueco en el centro, como de un reglón, en un trozo de papel de color para ayudarlos a enfocarse en pocas palabras a la vez.
5. Pensar en fracasos del pasado
Esta suele ser la mayor causa de ansiedad. Los niños recuerdan que se burlaron de ellos por leer con lentitud o por pronunciar mal las palabras cuando leían en voz alta. Recuerdan el dolor de no haber sabido responder una pregunta sobre un texto.
Lo que puede parecer insignificante para algunos, puede parecer un gran fracaso para quienes leen con dificultad. Pensar en los fracasos pasados puede aumentar la ansiedad y causar que los niños sean reacios a intentarlo nuevamente.
Posible solución: Recuérdeles un “triunfo en lectura” que hayan tenido, pequeño o grande. Tal vez fue haber pronunciado correctamente una palabra complicada en una tarea de lectura. Pregúnteles cómo se sintieron. Esto puede puede ayudarlos a relacionar la sensación de triunfo con los nuevos desafíos que enfrenten. Motive a su hijo para no rendirse, recuerde que la practica hace al maestro.
Otras maneras de ayudar
Entender por qué leer le causa ansiedad a su hijo puede ayudar a que usted encuentre las mejores maneras de ayudarlo. Un primer paso es ponerse en contacto con los maestros. Por ejemplo, averigüe si todavía se está enseñando las reglas fonéticas en su clase. Usted puede usar estos iniciadores de conversación para enterarse de lo que está sucediendo en la escuela.
El maestro puede hacer algunas cosas en el aula para tratar de aliviar la ansiedad que le causa la lectura a su hijo. Por ejemplo, podría:
- Permitir que los niños practiquen antes de que se les pida leer en voz alta en la clase.
- Hacer una “lectura previa” de los libros con los niños para explicarles las palabras importantes y las ideas principales antes de que ellos empiecen a leerlos. Esto puede ayudarlos a entender lo que están leyendo.
Los niños desarrollan diferentes habilidades lectoras a diferente ritmo. No obstante, nunca es demasiado pronto para hablar con el maestro si usted cree que su hijo pudiera estar teniendo dificultades.
Puntos clave
- Mientras menos tiempo pasen leyendo, más difícil será que los niños mejoren sus habilidades lectoras.
- Decir el elogio apropiado puede motivar a los niños con ansiedad a leer más.
miércoles, 17 de junio de 2020
Entendiendo mis emociones
Entendiendo mis emociones
Para entender las emociones primero debemos saber que son
¿Qué es una emoción?
Las emociones son reacciones que todos experimentamos ante estímulos tanto externos como internos, por ejemplo, mi mamá me abraza, entonces siento alegría, amor, entre otros. Es importante reconocer las emociones porque muchas veces nos podemos sentir de una forma que no sabemos identificar y tampoco sabremos como reaccionar.
Aquí encontraras la información en pdf.
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